JARVIS no crea a Ironman sin Tony Stark
14 octubre, 2024Gracias a la inteligencia artificial, ya no será necesario saber programar, gracias a la inteligencia artificial, ya no será necesario tener conocimientos legales para redactar cualquier tipo de documento jurídico, gracias a la inteligencia artificial, ya no será necesario saber… ¿cocinar?, gracias a la inteligencia artificial ya no será necesario estudiar… ¿medicina?, gracias a la… espera, esto se nos está yendo de las manos ¿Ya no será necesario saber hacer nada?
Me gustaría reflexionar sobre lo que hace unos meses dijo Jen-Hsun Huang, CEO de NVIDIA en relación con la necesidad de saber programar. Entre otras cosas, se le atribuye la frase “la habilidad de saber programar ya no es un requisito para hacerlo”.
Lo que dijo es provocativo para aquellos que saben tirar líneas y creen que se están menospreciando sus aptitudes y a la vez ilusionante para otros, que nunca aprendieron a programar, pues atisban con ella un futuro esperanzador en el que poder llegar a hacerlo sin aprender a hacerlo.
Sin embargo, yo creo que no es ni lo uno ni lo otro. Aunque no lo parezca, Huang está dejando claro que debes de saber hacerlo, que deberías de tener esa habilidad (la de saber programar) Huang no dice estrictamente que ya no sea necesario saber programar, dice que ya no es un requisito para hacerlo. Y para dar que hablar y generar una frase explosiva se detuvo ahí. Por supuesto que con la IA podremos hacer cosas que no sabemos, pero creo que, si Huang hubiera seguido, hubiera dicho que saber programar sigue siendo el requisito principal para hacerlo adecuadamente (y para disponer de ayuda de la IA para hacerlo más rápido y mejor).
Saber hacer las cosas es el requisito principal para hacerlas. Esto sería lo que yo diría, lástima que esta frase no llegue a tanto público como la de Huang.
Y con este añadido quedaría aún mejor: Ahora, si dispones de ayuda adicional, mejor que mejor.
Sé que muchos que leen esto estarán pensando en esta otra frase: Saber hacer las cosas no es un requisito para ordenar hacerlo.
¡Efectivamente, así es! Pero como se trata de cultivar una aptitud profesional, y no de hacer la reforma de tu cocina, para mí sigue siendo más importante la primera frase.
Creo que la inteligencia artificial es la “máquina del tiempo”, es la forma que tenemos hoy día de poder hacer mucho más en mucho menos tiempo. Y en determinados campos como, por ejemplo, en el de la investigación de enfermedades raras, podremos hacer algo que antes no podíamos: avanzar en la investigación de enfermedades neurodegenerativas, por ejemplo. En menos tiempo y con menos recursos y, por lo tanto, con menos dinero, algo determinante cuando se intenta poner en marcha un proyecto de este tipo. Esto es motivo suficiente para celebrar el auge de la inteligencia artificial.
Me gustaría poner como ejemplo a Tony Stark (Ironman), el personaje de los comics y películas. En la primera película, vemos cómo el magnate (e ingeniero industrial; recordemos ese detalle) crea en su laboratorio una versión optimizada del traje acorazado cuyo prototipo (el Mark I) creó meses atrás estando apresado por los terroristas.
Para llevar a cabo el diseño del traje, Tony tiene la ayuda de su asistente, “JARVIS”, una inteligencia artificial que utiliza el lenguaje natural para comunicarse. En el momento en el que se hizo la película (2008), esto era ciencia ficción para el ciudadano de a pie, pero hoy es una realidad al alcance de cualquiera. De hecho, los avances existentes en el campo de la elaboración y procesamiento del lenguaje natural (NLP Natural Language Processing) conforma la interfaz ideal entre el humano y la máquina, y esto es, para muchos, el final de un largo camino que comenzó con el desarrollo de los primeros lenguajes de programación.
Recordando las escenas de la película en las que Tony Stark dialoga (y trabaja) con JARVIS; le indica que le facilite el visionado de un elemento del traje, que lo voltee, que realice ajustes, que lo testee, etc., podemos establecer un paralelismo con alguien programando, hoy día, con la ayuda de la IA, incluso solicitando correcciones, o la realización de parte del código con la voz, indicando que el código sea testeado o que devuelva un listado con posibles fallos y mejoras, todo ello utilizando lenguaje natural. Stark es ingeniero industrial, y al igual que nuestro programador, él sabe qué es lo que quiere hacer y cuenta con la inestimable ayuda de JARVIS para hacerlo más rápido y mejor (así como también supervisa su trabajo y le recrimina por los errores que comete).
No nos dejemos encandilar por los mensajes que llegan sobre la IA, aunque algunos quieran ser taxativos en sus aseveraciones apocalípticas sobre la creatividad humana, mantengamos nuestras posiciones y recordemos que, aunque es una prodigiosa ayuda, JARVIS no crea a Ironman sin Tony Stark.
David G. Bonacho – © 14/10/2024
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